La relación entre los ciudadanos y sus representantes depende muchas veces de factores por completo inasibles. Pero hay también mecanismos de efectividad probada que por alguna razón son despreciados a la hora de gobernar.
La promoción y desarrollo del Presupuesto Participativo, entre otras herramientas de profundización de la democracia, no sólo debe tener su espacio en cualquier gestión municipal porque así lo impone la Carta Orgánica y porque ofrece un canal inmejorable para la iniciativa de los vecinos.